lunes, 31 de agosto de 2009

Semáforos en rojo

En momentos como este, en el que hacer clik sería lo más estimulante, lo más... entretenido, ni la red está a mi favor. Y es asqueroso. Hay días en los que ni enciendo el ordenador, y me apuesto lo que quieras a que la conexión ese día es buenísimo, pero.. llegan días como estos y no va! Es hasta desesperante.

Escuchando un poco de música, porque me cansé de leer las primeras páginas de un nuevo libro que cogí en la biblioteca " Nosotras que no somos como las demás " Hacía años que no leía nada de Lucía Etxebarría, también hacía años que tenía olvidada a Genma Lienas, supongo que desde que empecé bachillerato y las lecturas obligadas me alejaron de las ganas de leer lo que a mi me gusta, literatura femenina, inteligente, sexy, real, loco y transgresor, dicho tal cual es. Así escribe Etxebarría.
Cuando encontré la zona de ETX en la biblioteca de repente lo recordé todo, recordé aquella época en la que lectora empedernida zampaba libros, leía con pasión sus palabras, sus obras, y las creía geniales! Ahora, al leer tal vez 10 páginas de ese otro libro recuerdo por qué me impresionaba tanto esta mujer, y es que utiliza la palabra de manera excepcional!

Pero el gris del cielo, la ventana abierta de par en par y la visión de ventanas, aires acondicionados y antenas de TdT, cable e internet afectan hasta a las ganas. Ya no tengo ganas de seguir con palabras que me llenan de interés, no me apetece seguir leyendo, tampoco escribiendo, pero sinceramente, ahora es la única pasión que me mantiene vida. Escribo por escribir realmente, para mantenerme activa, porque hace tiempo que no lo disfrutaba, y es que hacía tiempo que me había sentido hasta llena. Qué gracioso esto! Yo... llena? El oasis del desierto, precioso, pero al fin y al cabo, falso.
Podría escribir en mi otro blog, pero no me apetece, ese aire tan oscuro que le da la decoración no me inspira, y ya sé que a la hora de "crear entradas" la página es igual para todos los blogs, pero el ver estas palabras sobre fondo negro ya no me gusta. El caso es que el flog el fondo es igual de negro, pero, no sé, ahí me acostumbré ya. No sé, es distinto.

¡No sé ni por qué ni a qué viene esto!

El caso es que no sé qué hacer y la tarde pinta muy gris. Salir ya no llena. Salir ya no significa nada, ni tiene nada de excitante. Es lo único que sé con certeza.
Hay días que piso fuerte la calzada, incluso que sonrío en una falsa siceridad no sentida, pero otros en cambio, otros... los pasos ya no dejan huella. Ya dejo de caminar con ese paso acelerado que me caracteriza en la soledad. Sí, siempre he andado deprisa, aunque nadie me espere a la vuelta de la esquina. La mejor manera de seguir el ritmo que antes llevaba de forma casi natural es ponerme los auriculares y darle al play. Algo movido, por favor, algo que haga latir el corazón a un ritmo constante y sin pausas, sin lentitudes, ahora no. Pero siempre hay semáforos en rojo que me hacen tener que esperar.. Siempre.
Publicado por Emociones del corazón |  
Etiquetas:
domingo, 30 de agosto de 2009

.Blanket.

Cuando ni el ordenador marcha como necesitara.
Cuando nada va bien.

Tampoco mal.




Escuchaba Blanket de Imogen Heap y Urban Species. Esa canción ahora le recordaba a las noches en las que sabía que le iba a costar un poco conciliar el sueño, por diversas causas: tal vez fuera la cama, distinta a la suya, en un colchón viejo y demasiado blando. Tal vez fuera la almohada, demasiado pequeña y dura. Tal vez fuera la falta de persianas en ese cuarto, costumbre de una ciudad sin esa costumbre.
No.
Se trataba del mismo tema de siempre, del mismo.
Ahora esa canción le recordaba a esos minutos oscuros interminables en una cama que no era la suya, en una habitación que hacía pocos días que conocía y en un país que no era el suyo.

No se sentía bien consigo misma, ni con sus sentimientos, ni con su aspecto. El haber pasado por la peluquería hacía unos días había hecho que dejara de mirarse al espejo debido a dos razones: la primera, había estado unos días sin salir de casa, con lo que no había sido necesario, y dos, no le gustaba lo que el espejo le mostraba.Y realmente no tenía sentido esto último. El cambio en su rostro no era tan significativo, le habían quitado 1cm de largura, pero solo en la capa más larga de su corto pelo, y simplemente habían enmarcado su frente en un flequillo que caía de lado. Ya había llevado el pelo así, pero en cambio su imagen era totalmente distinta. Ni ella misma lo entendía, pero tampoco se esforzó en encontrar algo que le gustase en el espejo.

"I see only what i wanna see.
I´ll be only what i wanna be.
My blanket covers me."



Se arrastraba de la cama al sofá, del sofá al baño, siempre que fuera necesario, y de allí otra vez al sofá adaptando su cuerpo a posturas imposibles por el simple hecho de estar harta de estar sentada de la misma manera, hora tras hora.
El teléfono tirado. Ahora mismo lo enterraría muy hondo, pero entonces sabía que correría a desenterrarlo para ver que la pantalla, efectivamente, estaba igual que antes. Sin nada.

Su mente era pura contradicción. Hoy podría escribir lo mal que se sentía, en cambio mañana tal vez se despertase con otra convicción, de que nada de eso volvería a ocurrir, de que esos sentimientos quedarían enterrados muy muy pofundo, y entonces, tres días después volvería a cavar desesperada para ponerle nombre a lo que había obligado a olvidar sin dar fruto.

I´ll be only who i wanna be
Not yet.
First of all she should feel better, or not?
How can you start loving yourself if you´re not feeling like feeling that way?
It´s soo hard to explain.
She was soo... The feelings were soo...

My blanket covers me

& then... nothing! Nothing happends! Time won´t pass by! Her memories won´t change! Never! She was soo afraid of becoming that way. That kind of girl with nothing else but tears in her mind, her heart. This was soo confusing, & also disturbing. It was imposible getting out of it, alone. But there she was, all alone. Without a good blanket.
Publicado por Emociones del corazón |  
Etiquetas: , ,
viernes, 28 de agosto de 2009

Perdiendo el tiempo III


Horas...
Horas...

Horas..!
Malditas!
¿ Por qué no pasan como antes ? Rápidas, sin mirar atrás, veloces sin compasión!
¿ Por qué ?
Parece que el haber disfrutado de ellas en un tiempo anterior conlleva querer que pasen rápidas en el posterior.

Malditas!

Maldito brazo controlado por la mente, que mueve la mano y hace bailar los dedos hacia ese medio de comunicación que te separa ahora en el siglo XXI del mundo. Malditos números, malditas letras que hacen alusión al nombre del tiempo. Maldita cabeza pasiva, que hace que mis dédos ávidos e impacientes cojan el teléfono y busquen su número, o que por activa tomen la iniciativa y de carrerilla tecleen en un segundo los nueve dígitos seguidos. Maldita mente que tras haber visto surcar los movimientos ordena que no lo haga, que no lleve a cabo ese acto tan fracasado ya sin destino.

Y todo en lo que podía pensar en estos momentos era en las veces en las que había suplicado silenciosa de sí el ser dejada sola, sin ninguna palabra que desconcentrase su ardua tarea de olvidarlo todo, sabiendo que en algún momento algo rompería todo eso, y el círculo volvería a rodar. Pero ahora, cuando por fin tenía eso que antes tanto buscaba, ahora.. ahora no deseaba más que ser interrumpida, con un simple hola, con un simple punto que acercase de nuevo los kilómetros mentales de distancia, y lo más probable, físicos.
Las tierras se levantarían entre las miradas, las carreteras cruzarían todos los puntos y ya nada ni nadie retomaría aquello que un día hubo, nadie. Bien por la inutilidad de las mentes de actuar como realmente sienten, bien por la estupidez del corazón, orgulloso y dolido, ciego de ira o rencor. Quien sabe qué sería lo que ocurriría, cuál de todas ganaría, pero el destino final sería el mismo, y ella sólo quería sentir que pese a querer olvidarlo todo, su corazón sabía que le costaría una eternidad hacerlo, porque el tema a olvidar había estado tanto tiempo, que había formado parte de su vida, ya era parte de si misma aquella forma de vida entre dos personas, entre gritos, lloros, lágrimas. Entre derroches de energía positiva y negativa, entre espectativas muertas, entre tantas cosas, entre dos.

Ahora lo único que le separaba de su mundo era la duda de interrumpirle la árdua tarea de olvidarla. Ella no quería romper eso, no quería entrometerse, por mucho que desease que volvieran a entrometerse en su deber de olvidar.
Ahora ya no quería seguir siendo egoísta en ese aspecto.. Y lo haría por las muchas veces que le había incriminado que no le dejaba olvidarle. Ahora sería ella la que le dejase olvidar, porque el silencio es lo que le decía, simplemente eso. Silencio.
Publicado por Emociones del corazón |  
Etiquetas:
martes, 4 de agosto de 2009

Perdiendo el tiempo II

Llorar ya no sirve.
Hablar tampoco.
Callar menos.

Mirar mis manos mojadas.
Clavar las uñas en su alma.
Romper mis tímpanos.
Restituir la respiración forzada.
Mirar sus labios.


Todo ello me hace perder el tiempo.
Nada sirve.
Nada es lo que es.

Y lo que es... no se sabe interpretar.


Intentalo... ¿ lo has intentado ?
Publicado por Emociones del corazón |  
Etiquetas:

Perdiendo el tiempo I

Ha sido imposible realizar la conexión, la persona a la que usted llama no esta disponible en este momento... Ya...



Sigo llamando y me parece increible... Estas tirando los días y ni si quiera me avisas. Me dio la impresión de que mientras estuvieramos en la misma ciudad las cosas irían.. simplemente irian, pero ya veo que te gusta tirar los días, muchas gracias por hacerlo. Muchas gracias por no pensar en nadie más que en ti. Muchas gracias por obligarme luego a hacer como que no ha pasado nada, porque yo en cambio no quiero perder el poco tiempo que queda. Gracias por apartarme. Gracias por desaparecer a una semana. Gracias por no informarme de nada. Gracias. Simplemente gracias por recordarme que tu nunca paraste el tiempo, y menos por mi.








Gracias.
Publicado por Emociones del corazón |  
Etiquetas:
Suscribirse a: Entradas (Atom)
"El final es el principio del camino, encontrarlo sólo conlleva seguir caminando por el sendero que lo termina." Me...